Somos lo que absorbemos. Una pequeña modificación a la famosa frase que somos lo que comemos. ¿Pero qué pasa si a pesar de que comemos de la mejor manera, no estamos sintiéndonos bien? Eso quiere decir que no estas nutriéndote bien por falta de absorción en tu intestino, lo cuál ocurre muchas veces por el consumo de alimentos que inflaman las paredes de nuestro intestino. Gluten, lácteos como la leche de vaca, maní, soya, azucares refinados, harinas refinadas, ultra procesados, embutidos, frituras, aceites refinados y otros. Son algunos de los alimentos más consumidos por las personas, por estilo de vida, rapidez, comodidad o por el simple hecho que las personas hoy en día no tienen hábitos alimenticios que potencialice su salud.
La nutrición y medicina funcional interioriza lo que está pasando con distintos órganos y sistemas del cuerpo humano. Buscando mejorar y corregir distintos desbalances, hormonales, bioquímicos, emocionales, fisiopatológicos, que impiden la sanación de raíz en el paciente. Un hipotiroidismo mal tratado, solo medicado, no genera que la persona mejore sus síntomas de depresión y ansiedad, estreñimiento crónico, frío subidas de peso, entre otros. Probablemente este paciente consume en grandes cantidades fuentes de trigo cebada y centeno que son fuentes de gluten, una proteína que genera alteraciones bioquímicas en la superficie de la glándula tiroides (Ihnatowicz, P., Wątor, P., & Drywień, M. E. (2021). No tiene los mejores hábitos alimenticios, consume bebidas gaseosas de vez en cuando, no puede realizar actividad física por el agotamiento mental y físico que tiene, es un caso clásico de un hipotiroidismo que solo recibe medicina, pero no mejora la calidad de vida del paciente.
Hay casos de deportistas donde el exceso de actividad física genera una alteración en múltiples glándulas como la tiroides y al suprarrenal, generando una sobreproducción de cortisol y un desbalance de la producción de las hormonas tiroideas, lo cuál afecta directamente al rendimiento deportivo. Este deportista va a empezar a expresar cansancio o fatiga crónica, bajo líbido, aumento de la grasa corporal o inclusive pérdida de peso, dependiendo del caso.
Si analizamos estos individuos como casos donde solo hay que corregir el desbalance por medio de medicar al paciente, sin tomar en cuenta la importancia que es cambiar los hábitos alimenticios, modificar las rutinas deportivas, mejorar la calidad de sueño, sanar relaciones interpersonales, entre muchas más conexiones con nuestro sistema emocional y otros. No podremos ayudar a mejorar la calidad de vida de ese paciente, no podremos brindarle la independencia de disfrutar de una vida realmente sana, feliz y consciente de la importancia de mejorar su salud, a través de una mejor nutrición.
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Estudios citados en el blog
Ihnatowicz, P., Wątor, P., & Drywień, M. E. (2021). The importance of gluten exclusion in the management of Hashimoto’s thyroiditis. Annals of agricultural and environmental medicine : AAEM, 28(4), 558–568. https://doi.org/10.26444/aaem/136523
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