Las enfermedades más comunes de este siglo definitivamente son causadas por una mala alimentación que se ha tenido durante toda nuestra vida. Esto puede desencadenar en problemas de fertilidad desde un Síndrome de Ovario Poliquístico, Endometriosis, Polimenorreas, Amenorreas hasta problemas autoinmunes como Hashimoto o Enfermedad de Graves, Diabetes, entre otras. Todo lo que nosotros comemos determina lo que bioquímicamente ocurre en nuestro cuerpo, es decir, no solo somos lo que comemos si no lo que absorbemos.
Cuando te digo que te entiendo lo que es tener cólicos menstruales que no te dejan pararte de la cama, tener que pasar por distintos tratamientos químicos para controlar tus hormonas, que esto a su vez te causa un líbido bajo, ganancia de peso, depresión o ansiedad, de verdad te entiendo. Fui diagnosticada con endometriosis en el 2018, recuerdo sentir tanto miedo cuando escuché de mi ginecólogo ese diagnóstico, ya que lo primero que ves en internet es la cantidad de mujeres con problemas de infertilidad por este mismo. Para ese entonces, yo era una estudiante universitaria que sobrevivía con ayunos muy prolongados y comida inflamatoria. Para mí lo más importante era aprender y ser de las mejores estudiantes, sacrificando mi salud por alcanzar mis objetivos. ¿Irónico no?, una nutricionista que no comía bien, pero pasa más de lo que te imaginas, porque uno debe aprender a mejorar su estilo de vida, no a seguir dietas.
Si tienes síntomas como los que describí, aparte de sentir falta de energía, pérdida de pelo, cansancio mental, cambios de humores recurrente, dolores durante tus relaciones sexuales, has tenido historial de tener azúcar o insulina en sangre alta, consumes muchos carbohidratos, haces deporte en exceso o no haces deporte para nada, puedes estar teniendo inicios o ya un desbalance hormonal, avanzado.
¡Pero no te asustes!
Si ya llegaste hasta aquí, significa que estas buscando mejorar tu salud a través de tu nutrición, de tus hábitos alimenticios. El inicio de mejorar estos síntomas empieza en que escojas comer alimentos que realmente nutran tu sistema hormonal, al igual que sanar tu sistema nervioso, tus emociones o como me gusta decir a mí, tu almita.
¡Si quieres empezar en este camino del sanar, escríbeme, vamos a seguir aprendiendo juntas, así como yo te enseño, tú eres una maestra para mí también!
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